Hace muchos años, cuando vení a España tuve que comprarme una casa. Pues así me quedé totalmente sin dinero. No había nada en casa, menos un colchón viejo y usado y una cocina de gas. Un día el sábado por la tarde, cuando todas las tiendas ya habían estado cerradas hasta el lunes, yo tuve muchas ganas de comer y quise cenar en mi casa propia.
Lo que pude encontrar de los productos eran: un trozo de carne cruda, sal y pimienta negra (sí que también encontré una botella de vino, por supuesto). Saque una sartén muy antigua y a punto de romperse del trastero, y cociné una cena maravillosa solo en 15 minutos.
Este prólogo largo y lírico complementa la receta que realmente ocupa una línea solo:
Precalentamos la sartén al máximum y freímos la carne 3−5 minutos (depende del grosor) cada lado. Ufff, he podido describir esta receta tan larga y complicada…
Después cerramos la sartén con tapa o papel de aluminio, dejando el entrecote a «descansar». Salamos, echamos un poco de pimienta y ya está listo para disfrutar su gusto maravilloso.
He usado tantas palabras solo como el prólogo para el video del proceso entero. Por curiosidad esta vez cogí el corte de carne muy incorrecto — parte redondo. Corté dos «monedas» y …
Al final sale muy jugoso, sabroso y rápido. ¡PERO OJO! No recomendaría cocinar este trozo hasta «bien hecho». Así no podréis masticarlo. Lo máximum es — hecho.
Y en cuanto a las pesadillas de la vida en casa vacía sin dinero, pues eso acabó muy bien y rápido. La semana siguiente ya me compré muebles, coche, yate y me casé con una chica joven. Pues no hace falta preocuparse por mi.