Todo el mundo lo sabe que en principio la pechuga de pollo es seca y no tiene su propio sabor marcado. Y a pesar de todo esto, intentaremos hacerla suave, jugosa y aromática.
Metemos la pechuga en zumo de limón para un par de horas, añadimos sal. Después la limpiamos bien con agua, secamos y frotamos con una mezcla de pimienta negra, paprika dulce y picante, cúrcuma.
Ponemos la pechuga en una bolsa de plástico para sous-vide, añadimos un par de ramitas de tomillo, pimienta finamente picada, perejil y una cucharada de mantequilla. Quitamos el aire de la bolsa plástica, metemos la bolsa en agua y cocinamos bajo la temperatura 64 C durante 1 hora y 10 minutos.
¡Buen provecho!